miércoles, 6 de abril de 2011

Libro recomendado: "escribir ficción" Edith Wharton



 
Título
Escribir Ficción
Autora
Edith Wharton
Editorial
Páginas de Espuma
Traducción y prólogo
Amelia Pérez de Villar
ISBN
978-84-8393-082-3



Queda dicho: voy a recomendar un libro del que sólo he leído el prólogo, apenas 9 páginas. Acaba de llegar a mi mesa, y no me ha dado tiempo a más; pero he sentido el impuso de escribir, y a esta compulsión respondo.
Justo al terminar el prólogo me vino una imagen: la de un joven escultor florentino que se levanta antes de que amanezca. Se dirige a un patio interior que utiliza como taller, bombea del pozo un cubo de agua y espera sentado a que amanezca. Permanece quieto, mirando una enorme pieza de mármol, una roca blanca situada en el centro del patio que ilumina la luna.
Nadie ha querido esculpir sobre esta piedra, porque tiene imperfecciones, sobre todo en su lado izquierdo. Amanece. El joven se sube a una escalera y lentamente deja que el agua empape la piedra. Los primeros rayos de la mañana, junto con el agua derramada, permiten escudriñar el interior marmoleo, en la búsqueda de pequeñas burbujas de aire, vetas casi imperceptibles o sutiles desperfectos. El joven acaricia la piedra, como lleva haciendo desde niño cuando ayudaba en una cantera cerca de casa. En ese momento está solo, la piedra y él. El tiempo fluye despacio, como el agua.
El joven se llama Miguel Ángel, y está apoyando su frente sobre lo que acabará siendo – sobre lo que ya es -  su “David”.



Amelia es traductora, cierto. Y de las mejores. Pero es escritora por encima de todo, y por eso le bastan nueve páginas para transmitir toda su pasión por la escritura, su conocimiento arcano de la palabra y el silencio, del tiempo y la pausa, su desprecio por lo banal y efímero. Amelia ha debido recibir un hechizo en algún momento de su vida, posiblemente de muy joven, porque conoce el misterio de la voz que se traza sobre papel. Los escritores primero escuchan, se muestran atentos a lo que les rodea, se empapan de imágenes y sonidos. Pero siempre acaban solos con ellos mismos, en un soliloquio con un buen amigo, y les llegan palabras de muy adentro. De donde realmente nacen las palabras.
Hay prólogos que te obligan a seguir leyendo, los hay que incluso justifican por sí mismos la compra de un libro. En su prólogo al Diccionario de Filosofía, Fernando Savater realiza una descripción magnífica de lo que significa “vivir la filosofía”, ser filósofo. El prólogo de Amelia pertenece a esta categoría, y por ello escribo estas líneas. 
Es muy de agradecer la labor que está realizando la editorial “Páginas de Espuma”, atreviéndose a publicar textos como “Escribir Ficción”; pero además es necesario resaltar la justicia que representa el que se cite en la portada el nombre de la traductora. “Justicia” es dar a cada cual lo que merece. Es en estos detalles en los que se adivina la labor de un editor comprometido con la cultura y la excelencia.
Es en estos pequeños detalles en los que deposito la esperanza por un futuro mejor, en el que personas como Amelia Pérez de Villar obtengan el reconocimiento que merecen, y mis hijos puedan al menos tener la oportunidad de optar por la sutileza frente a la estulticia, por el matiz frente al barullo embrutecedor en el que estamos inmersos. 

Antonio Carrillo Tundidor   

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